lunes, 9 de noviembre de 2009

POSIBLES SOLUCIONES A LA VIOLENCIA ESCOLAR

Entonces, ¿qué podemos hacer frente al fenómeno de la violencia escolar? ¿Es posible considerarlo como un suceso sin incidencias y que puede desaparecer con la desaparación de sus causas o un peligro que exige las soluciones radicales? Lo importante e útil es organizar campañas periódicamente con folletos informativos destinados a la comunidad escolar (alumnos, familiares y profesorado) en que un texto explicativo y comprensivo alerta a sus miembros sobre el problema, sugiere medidas de detección y tratamiento y les orienta sobre cómo abordar el fenómeno. Estas campañas deben tener los objetivos generales siguientes:
· iniciar la intervención contra la violencia escolar desde la realidad concreta de cada centro y hacer que sea un vehículo para la sensibilización del profesorado en este tema. A través del programa se hacen propuestas metodológicas para iniciar la intervención y hacer fichas de observación.
· sensibilizar sobre las diversas formas de explotación, violencia, xenefobia que padecen millones de personas en el mundo
· lograr el fomento de la lectura y la reflexión sobre temas como el terrorismo, el maltrato infantil y las agresiones.
· Intervenir en colectivos marginados a fin de conseguir unos niveles de integración óptimos.
· Fomentar la convivencia y los valores de tolerancia, solidaridad y cooperación que favorezcan el desarrollo integral de los niños y jovenes.
· Prevenir el absentismo y abandono escolar y favorecer comportamientos no sexistas a través de una especial metodologia pedagógica.

Son trabajos interesantes para conseguir un clima acogedor y relacional.En la cultura occidental se ha valorizado demasiado a la violencia y el componente físico es indispensable. A la gente le aburre ver a dos ajedrecistas “luchando” por vencer, pero le divierte muchísimo si comienzan a pelear.A demás la violencia siempre ha sido explotada por los medios de comunicación y el cine para lograr enormes rendimientos.A medida que el tiempo pasa vemos lo que en principio parecía sencillo de contener comienza a extenderse y se convierte en un problema. Si la violencia se encuentra institucionalizada y sólo es propiedad de de los ejércitos o las fuerzas de seguridad, su representación a nivel popular no pasa de lo simbólico: los niños jugaban “a la guerra”, recreaban conflictos de poder y simulaban relaciones de dominación entre ellos.La escuela no es un lugar inseguro ni arriesgado, pero se vuelve así si quienes deben vigilar no lo hacen, o lo hacen con mucha tolerancia. Esta vigilancia debe ser seria, permanente y efectiva. Implica observar a los alumnos con ojo agudo y analizar su comportamiento, sus actitudes y sus costumbres, estar atentos a sus cambios de ánimo y conocer sus conflictos y sus ambiciones, pero, sobre todo, implica dialogar pemanentemente con ellos, ser parte de sus vidas para poder anticipar cualquiera situación peligrosa ( tal como lo harían un padre o un hermano) y cuando algo grave se sospecha, recurrir de inmediato a quien esté más capacitado profesionalmente para ocuparse del asunto. Nadie resolverá esta situación por su cuenta, y todos los actores sociales están llamados para la tarea. Los tiempos imponen obligaciones pesadas y odiosas a los educadores . Pero éstos deben alejar de la escuela el fantasma de la violencia aunque se corre el peligro de recargar su agenda de labores dañinos en sí mismos. De otra manera las aulas se transformarían en sitios controlados por la policía o las agencias de seguridad con las peores consecuencias que puedan imaginarse.Ultimamente hay que saber que el fenómeno de la violencia escolar es un fenómeno internacional y los profesores son conscientes de que esta violencia no está dirigida contra ellos ciertamente porque son profesores, más bien es un resultado de la inquietud que los jovenes sufren y no hay otro medio de expresión que la violencia contra lo que representa la responsabilidad y la autoridad. Puede ser el resultado de un combate familiar y el alumno lo encarna en la personalidad del profesor o cualquier responsable en el centro escolar.

VIOLENCIA ESCOLAR


La violencia en los centros educativos es un fenómeno que ha adquirido desde los años setenta una gran importancia en países como Estados Unidos, Suecia, Noruega y Reino Unido. En nuestro país parece que su incidencia es menor pero empiezan a detectarse , cada vez más, manifestaciones preocupantes como consecuencia de la crisis social, cultural y familiar que se está sufriendo. Actualmente este fenómeno se agrava demasiado. los medios de comunicación y los periódicos nos avisan frecuentemente de los sucesos violentos que conocen nuestros centros de enseñanza. Por eso tenemos que buscar las causas y exponer las soluciones propuestas por numerosos educadores.

Manifestaciones de la violencia escolar:
Los investigadores afirman que la violencia entre adolescentes es una manifestación de ellos mismos. Esta violencia tiene muchos aspectos según el entorno social en que se vive y puede ser física o verbal. Se manifiesta enla rebelión contra los educadores y los camaradas o más bien contra sí mismos. La violencia se considera en los centros educativos como un comportamiento irregular que exige el castigo como por ejemplo la violencia corporal, la destrucción del material escolar, los escritos en los muros...

Causas de la violencia en los centros educativos:
Los actos violentos dependen de un gran sistema de relaciones interpersonales donde las emociones, los sentimientos están presentes. El problema comienza cuando se quiere resolver el conflicto a través del ejercicio de la autoridad, del castigo etc, provocando un clima de tensión en el aula que el profesor no sabe resolver. Ciertos autores han estudiado y analizado el problema, en primer lugar J.Galtung (1985) el cual define la violencia como algo evitable que obstaculiza la autorrealización humana explicando que viene de las personas que sufren realizaciones afectivas, somáticas y mentales.
Jordi Planella (1998) la considera como aquella situación o situaciones en que dos o más individuos se encuentran en una confrontación en la cual uno o más de las personas afectadas sale perjudicado, siendo agredida física o psicológicamente. Otro concepto que es necesario definir es el de "conflicto", pues está cargado con una valoración negativa. Esto ocurre porque se confunde conflicto con violencia, es decir, con su patología. Un conflicto puede resolverse también de forma no-violenta. Mientras que La violencia no es innata en los seres humanos sino es un aprendizaje, el conflicto es algo natural a la vida humana y por lo tanto evitable. De esta manera no se trata de eliminar el conflicto sino de saber regularizarlo creativa y constructivamente de forma no violenta ya que es una energía y una oportunidad para el cambio.
La situación de intimidación o victimación es aquella situación en que un alumno o alumna es agredido o se convierte en víctima cuando está expuesto de forma repetida y durante un tiempo, a acciones negativas que lleva a cabo otro alumno o grupo de alumnos (as). Por acciones negativas se entiende tanto las cometidas verbalmente o mediante contacto físico sin olvidar las psicológicas de exclusión. Por lo tanto un aspecto esencial del fenómeno es que debe existir un desequilibrio de fuerzas. Es necesario valorar y distinguir el problema de la victimación entre iguales de las malas relaciones entre escolares. Cuestiones como la indisciplina o el mal comportamiento son fenómenos perturbadores que cambian la buena marcha de la vida escolar. La violencia y la agresividad pueden ser perfectamente un símbolo de crisis de la sociedad educativa al nivel de la fundación familiar e informativa que participa en alimentar la violencia y empuja al niño o al adolescente a tomar el camino de la agresividad y la destrucción a causa de motivos poderosos como: La pobreza, la explosión demográfica, el desempleo, las drogas y el alcohol , los problemas familiares (divorcio, orfanato, descuido de los padres...). La noción del respeto es por lo tanto importante para los alumnos y los educadores .
Cuando los alumnos no tienen el sentimiento de ser respetados, la violencia y el consumo de las drogas y el alcohol aumentan. Además el sentimiento de injusticia provoca igualmente un aumento de las conductas inadaptadas o violentas. En estos últimos tiempos nos llegan noticias escalofriantes de violencia entre niños y adolescentes a causa de la televisión y nosotros pensamos que el exceso de horas ante una pantalla de televisión que da por aceptables actos violentos, es un gran peligro para las nuevas generaciones .
Padres y profesores se sienten impotentes para competir con medios de comunicación tan poderosos como la televisión, los vídeojuegos, el cine y la publicidad. Por eso los responsables de los canales de televisión públicos o privados deberían seleccionar mejor sus programas para que los alumnos vean en las pantallas un mundo mejor, para que dejen de creer que cortar la cabeza a alguien es algo tan cotidiano como desayunar. Es hora de que todo el mundo debe darse cuenta de que la educación nos es una tarea exclusiva de los centros de enseñanza. Los medios de comunicación pueden hacer mucho a favor de la creación de actitudes pacíficas en los jovenes de hoy.

VILOENCIA FAMILIAR


Son innumerables las formas la violencia familiar. Puede pensarse en violencia hacia los mayores, entre cónyuges, hacia los niños, las mujeres, los hombres, los discapacitados, etc. Además siempre es difícil precisar un esquema típico familiar, debido a que la violencia puede ser física o psíquica, y ocurre en todas loas clases sociales, culturas y edades. la mayoría de las veces se trata de los adultos hacia una o varios individuos.
En la práctica el maltrato tiende a "naturalizarse" es decir se torna cotidiano sobre todo a través de conductas violentas que no son sancionadas como tales. Muchas personas que maltratan son considerados (y se consideran a sí mismos) como de mayor poder hacia quienes son considerados ( se piensan a si mismos) como de menor poder. Cabe destacar que las personas que sufren estas situaciones suelen ocupar un lugar relativamente de mayor vulnerabilidad dentro del grupo familiar. En este sentido la violencia hacia los niños y las mujeres, estadísticamente reviste la mayor casuística, en cambio los hombres maltratados son solo el 2% de los casos de maltrato (por lo general hombres mayores y debilitados tanto físicamente como económicamente respecto a sus parejas mujeres). También cabe enumerar la violencia cruzada, cuando el maltrato pierde el carácter de aparente unidireccionalidad. Desde el punto de vista jurídico resulta dificultosa la comprobación. Cuando se trata de violencia física en su mayoría son lesiones leves, las cuales cuando dejan marcas desaparecen en no más de 15 días.
Por lo general quienes padecen estas situaciones tienen reticencia a denunciar lo que ocurre. Los motivos de este recelo ocupan desde hace muchos años a investigadores y profesionales. Por un lado porque se mantiene una espera de un cambio espontáneo de quién agrede, por otro lado se aceptan las disculpas (típicas) de quién agrede, y se creen las promesas que no se lo volverá a hacer (otro rasgo característico), también influye el temor al prejuicio social, las convicciones ético – religiosas, la dependencia económica, el miedo a represalias, la falta de esperanzas en la eficiencia de los trámites jurídicos, etc. Pero quizás el punto más álgido del razonamiento sobre el maltrato se evidencia en el sostenimiento del vínculo violento. En este sentido entran en consideración tanto el aplastamiento psíquico, la baja autoestima, la educación violenta, como también una consideración al suponer una relación signada de vicios y sistemas psíquicos o relacionales, o un posible montaje estructural subjetivo que impide romper el tipo de relación, etc.

CAUSAS DE LA VIOLENCIA


Causas de la violencia
El alcoholismo: un sin número de casos registran que, en un gran porcentaje de los casos en los que las mujeres son agredidas por sus compañeros conyugales, éstos se hallan bajo el efecto del alcohol o de drogas cualquieras.
Ignorancia y falta de conciencia respecto a creer que la mejor forma de cambiar la situación en la que se encuentra es a través de actos que incluyen violencia física: golpes, pleitos, peleas, zafarranchos, etc., en vez de recurrir a manifestaciones pacíficas, a movimientos sociales pacíficos, a la conversación, al diálogo, a la búsqueda de acuerdos.
El no ser capaces de aprender a controlar los impulsos genera violencia.
La falta de comprensión en las parejas, la incompatibilidad de caracteres: la violencia intrafamiliar es la principal causa de la violencia. Un niño que se desarrolle en un ambiente conflictivo y poco armonioso (con muy poca voluntad de diálogo, con poca capacidad en los padres para la comunicación de los problemas, de las necesidades y de los sentimientos, con muy poca apertura y conversación para aclarar y resolver los problemas y aprender de ellos para no repetir las experiencias negativas) ha de ser, con grandes probabilidades, en el futuro próximo y en el lejano, una persona problemática y violenta, a su vez, con sus propios hijos y/o con quienes estén bajo su poder o influencia (sus empleados, p. ej.).
Falta de comprensión hacia los niños: sin estar conscientes de que los niños son seres inocentes, muchos adultos violentan o agreden o golpean o incluso abusan sexualmente de sus hijos (véase pederastia), generando así graves trastornos emocionales en ellos.
La adicción a sustancias (es decir, la dependencia física y psíquica, no la dependencia únicamente psíquica, a sustancias químicas diversas, tales como la nicotina y otras de las muchas sustancias incluidas en la fabricación industrial de los cigarros; a las bebidas alcohólicas; a las sustancias adictivas ilegales o "drogas", excepción hecha de la marihuana, de la cual se sabe que, aunque puede causar dependencia psíquica, no provoca dependencia física y, por punto consiguiente, no genera comportamientos violentos en quienes la consumen) es otra de las causas de la violencia. Muchas personas consumen sustancias adictivas con el fin de poder llegar a sentir que son lo que no son en realidad, causando con ello mucha violencia. Son muy frecuentes las noticias de casos en los que se sabe de una persona que, por no poder conseguir la dosis que necesita de la sustancia a la que es adicto (dependencia física), son capaces de asaltar o incluso asesinar.
Falta de amor, comprensión, respeto hacia a la mujer; muchos hombres golpean a la mujer porque traen un conflicto interno "odian a las mujeres" (misóginos).